Hoy es el día para pensar en estas cosas, hoy es el último día del año, unos lo usan para divertirse, otros se lamentan y otros analizan los últimos 365 días.
Luego estoy yo, mi análisis se remonta más aya, a otra época o tal vez otra vida distinta.
Esta es una época complicada, te hace pensar tanto en lo que queda atrás como en el futuro que inminentemente da comienzo, un día que hace de punto y aparte aunque realmente es un punto y seguido. Hoy termina un año, y comienza uno nuevo, es el momento de desear felicidad a los que nos rodean aunque sepamos que la felicidad no llega cuando la deseamos, que lo habitual es que las personas no sean felices. En mi caso yo deseo la felicidad de todo corazón, y sufro al saber que no siempre se puede cumplir. Esto me lleva a profundizar en el tema, la felicidad, ¿Hay alguna manera activa de ser feliz? ¿Se puede cultivar la felicidad? ¿Hasta que punto está en nuestra mano ser felices?
Aunque parece inicialmente fácil la respuesta, realmente hay circunstancias, costumbres, enseñanzas, moralidad.... mil motivos que nos pueden llevar a mantenernos infelices. Profundizando en nuestra mente podremos analizar que nos bloquea el poder llegar al estado que deseamos. Pero, no todo el mundo es capaz de poner solución incluso conociendo la respuesta. El ser humano teme al cambio, teme a arriesgarse y perder, pero no sabe que ante ese riesgo que no afronta también esta la posibilidad de ganar, de ser mejor, de ser feliz. Tienes que elegir donde invertir tu fortaleza, donde colocar las energías para poder seguir el camino de la felicidad.
Soy consciente que esto es muy fácil decirlo, yo directamente estoy bloqueada por las circunstancias, las causas atenuantes que no me permiten seguir el camino. Hay quien lo llama luto o tristeza, para mi es un vacío que me acompaña, un agujero por el que se escapan las pocas cosas que levantan mi ánimo. Hay personas que dejan un vacío que es complicado poder llenar.
Es el día en el que recapacitamos sobre las personas que quedaron atrás, conocidos, amigos o amantes que se quedaron en tiempos ya pasados, ¿Pero que sucede con aquellas personas que aunque ya no estén con nosotros seguimos echando de menos? Para mi hay casos de los que no dudo, por mi forma de ser, no me importa recordar o no lo sucedido, solo tengo claro que si fue mía la decisión no puede ser mas que correcta. Pero hay algunos casos en los que la decisión no la tomé yo, como decía las circunstancias de todos pueden complicarse, si se juntas mis dificultades con las de los demás se hace una maraña imposible de deshacer, hasta que llega un día en el que te plantas, tomas una decisión y coges el teléfono para llamar a esa persona a la que llevas tanto tiempo echando en falta. Yo siempre espero una sola respuesta -"Soy feliz y no te necesito en mi vida" justo lo que necesito para eliminar recuerdos residuales, pero no siempre encuentras lo que esperas.
¿Qué debes hacer cuando una persona que te importa te dice que no es feliz, y que por las circunstancias que le rodean no puedes hacer nada para evitarlo? Dejarlo estar, supongo, esperar que el tiempo no compartido le haya hecho adquirir los conocimientos y la fuerza suficiente como para que le pueda poner una solución sin tu ayuda. Pero yo querría poder ayudar.
Se podría decir que encontramos por la vida algunas almas afines, que aunque alejadas siempre permanecen unidas. Hay sentimientos que por más tiempo que pase no logran extinguirse me parece que podría ser la diferencia entre querer y amar, querer siempre tiene un poco de posesión, mientras que cuando amas a alguien solo deseas su felicidad este cerca o lejos.
Por esto quiero que sepas que si me echas de menos búscame, estaré esperándote.
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